Biomas terrestres: El desierto
Este tipo de bioma es uno de los más extremos en lo que a temperatura y precipitaciones se refiere. La precipitación anual en el desierto
es menor de 250 litros por metro cuadrado y en algunas regiones cálidas
con precipitaciones superiores a 250 litros pero distribuidas muy
irregularmente.
La ausencia de lluvia en las latitudes
medias se debe a la existencia de altas presiones estables, mientras que
en las regiones templadas suelen extenderse en zonas de “sombra para la lluvia”, donde las altas montañas bloquean la llegada de humedad del mar.
Una característica de la vegetación de los desiertos
es el espaciamiento y la posibilidad de usar mecanismos repelentes.
Existen cuatro formas de vida vegetal adaptadas a los ecosistemas
desérticos: las formas anuales, los matorrales del desierto, las formas
suculentas y la microflora.
Las formas anuales como las hierbas rastreras evitan la sequía creciendo sólo cuando la humedad es adecuada. Los matorrales del desierto
tienen numerosas ramas que salen de un tronco basal corto y pequeñas
hojas espinosas que pueden desprenderse durante la estación seca, y
sobreviven gracias a su capacidad de pasar a vida latente antes de que
se marchiten. En los desiertos más fríos, los sistemas radiculares son
muy largos para interceptar la humedad profunda y las hojas y los tallos
pueden permanecer activos durante el verano. Las formas suculentas son los cactos del Nuevo Mundo y las euforbias del Viejo que almacenan agua en sus tejidos. La microflora incluye musgos,
líquenes y algas azules que permanecen latentes en el suelo, pero que
son capaces de responder rápidamente durante los períodos fríos o
húmedos.
Algunos reptiles e insectos están preadaptados al desierto, gracias a tegumentos impermeables y excreciones secas. Los mamíferos están poco adaptados al desierto
pero hay algunos roedores nocturnos que excretan una orina muy
concentrada y no usan agua para la termorregulación, los camellos están
adaptados para resistir la deshidratación de los tejidos durante largo
tiempo.
En el desierto, el agua
es el factor limitante, la actividad de una región desértica es una
función lineal de la precipitación. En los lugares donde la irrigación
sea adecuada puede ser uno de los sistemas agrícolas más productivos,
que la productividad sea contínua o temporal depende de la capacidad del
hombre para estabilizar los ciclos biogeoquímicos y el flujo de
energía.
Biomas terrestres: La tundra
La tundra es un tipo de bioma que se encuentra entre los bosques al sur del océano Ártico y los casquetes polares de hielo al norte, es una banda circumpolar de unos 20.000 kilómetros de tierra desnuda llamada tundra ártica. También existen regiones similares a partir del límite superior de bosque en las cumbres montañosas llamadas tundras alpinas.
En la tundra rigen los factores físicos como limitantes especialmente la temperatura
aunque el agua también es escasa para las funciones biológicas. Las
precipitaciones son escasas pero hay una baja tasa de evaporación.
Hay un número sorprendente de especies que han desarrollado adaptaciones al frío.
El manto vegetal es delgado y está compuesto por gramíneas, líquenes y
juncias. Durante el prolongado día estival la tasa de producción
primaria es elevada en aquellos sitios con condiciones topográficas
favorables. Las múltiples charcas someras y el océano Ártico
proporcionan alimento adicional.
Existe suficiente cantidad de producción
neta acuática y terrestre combinada para mantener no sólo a las aves
migratorias nidificantes y grandes poblaciones de insectos que surgen en
verano, sino también a los mamíferos autóctonos que permanecen activos
todo el año como los bueyes almizclados, renos, osos polares, lobos y
diversos mamíferos marinos junto con pequeños lemmings. Los grandes
herbívoros terrestres son migradores.
La tundra es uno de los tipos biomas más
amenazados por el cambio climático ya que este bioma se caracteriza por
tener una capa del suelo permanente helada llamada permafrost que se
divide en pergelisol que es la capa más profunda de suelo que siempre
está helada y mollisol que es la zona más superficial que puede
descongelarse. El riesgo
por descongelamiento del permafrost debido al cambio climático es muy
importante ya que puede contribuir a la liberación de grandes cantidades
de metano que es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono.
Biomas terrestres: Las praderas
Las praderas es otro de los grandes biomas terrestres, uno de los biomas más importantes. Las precipitaciones en las praderas son intermedias entre las del desierto y las zonas boscosas,
son entre 250 y 600 litros por metro cuadrado de precipitación media,
dependiendo de la temperatura, la distribución estacional de la lluvia y
la capacidad del suelo para mantener la humedad.
Las praderas tropicales
pueden llegar a recibir más de 1200 litros concentrados en la estación
lluviosa que alterna con una prolongada estación seca. La humedad del
suelo es limitante de la descomposición microbiana y del reciclado de
nutrientes.
Hay grandes praderas en los continentes euroasiático y norteamericano.
La forma biológica dominante son las gramíneas,
desde especies altas hasta las enanas, agrupadas en manojos o formando
céspedes. Una comunidad de pradera bien desarrollada contiene diversas
especies adaptadas a distintas temperaturas, un grupo crece durante la
parte más fría de la estación de crecimiento y el otro crece durante el
período más caluroso. Así la pradera compensa los cambios de
temperatura. El matorral (plantas no herbáceas) suele ser un componente importante y también pueden hallarse plantas leñosas como árboles o arbustos, frecuentemente formando cinturones o grupos a lo largo de los cursos de agua.
Una variante de la pradera es la sabana tropical, donde los característicos árboles de copa alta en forma de sombrilla están ampliamente esparcidos por la pradera.
Las plantas herbáceas tienen una vida
corta y se acumula gran cantidad de materia orgánica en el suelo, siendo
la primera fase de la descomposición muy rápida con poca hojarasca pero
mucho humus. La humificación es rápida pero la mineralización es lenta.
Los suelos de praderas contienen de 5 a 10 veces más humus que los
forestales. Los suelos de pradera oscuros son más adecuados para el
crecimiento de las principales plantas comestibles como el maíz y el
trigo.
El papel del fuego en las praderas es mantener la vegetación de pradera en competencia con la vegetación forestal.
Un rasgo característico es la existencia en las praderas de grandes herbívoros que en su mayoría son mamíferos como el bisonte, antílope y los canguros.
Existen dos formas biológicas: tipo corredor como los anteriormente
mencionados y los tipo zapador o excavador como las ardillas terrestres y
los perritos de las praderas.
Dos grandes problemas de las praderas
son el sobrepastoreo y el exceso de labranza.Como resultado del
sobrepastoreo prosperan los matorrales espinosos que antes se mantenían
bajo control gracias a los incendios.
Biomas terrestres: Los bosques
En las regiones forestales se producen sucesiones ecológicas bien ordenadas
y frecuentemente prolongadas, con plantas herbáceas que preceden a la
implantación de árboles. En las regiones forestales hay una mezcla de
vegetación que incluye especies de fases preforestales, así como de
diversos tipos de bosque, que están adaptadas a condiciones concretas de
suelo y humedad.
El rango de temperaturas
es muy amplio y los distintos tipos de bosques se reemplazan en un
gradiente norte-sur. La humedad es más crítica para los árboles que para
las plantas herbáceas, pero aún así los bosques ocupan un amplio
gradiente desde condiciones muy secas a extremadamente húmedas.
El bosque más septentrional es el que forma un cinturón justo al sur de la tundra, está caracterizado por coníferas perennifolias de los géneros Picea y Abies siendo la diversidad de especies baja con sólo una o dos especies de árbol.
Losbosques caducifolios son
característicos de las regiones más al sur con clima templado húmedo
que tienen una estratificación más pronunciada con una mayor diversidad
de especies. Los pinos se hallan tanto en los bosques de coníferas como en los caducifolios como etapas serales de la sucesión.
Los bosques tropicales, varían desde la pluvisilva de hoja ancha perenne donde la precipitación es abundante y está uniformemente distribuida hasta el bosque tropical caducifolio
que pierde sus hojas durante la estación seca. Las lianas y los
epífitos son característicos de estos bosques. La diversidad de especies
animales y vegetales es extremadamente elevada. La razón entre la
superficie de hoja y la producción de nueva biomasa es de 1:1 mientras
que en los bosques de la zona templada es de 1:6 lo que significa que en
el bosque tropical la producción neta se gasta proporcionalmente menos
en hojas que en madera con lo que la caída de hoja anual es más
importante en el trópico pero la energía contenida en las hojas es menor
por unidad de peso seco.
El chaparral se presenta en regiones con inviernos lluviosos y sequía estival, es un tipo de bosque pirófilo sujeto a incendios y adaptado a este factor. Este tipo de bosque enano se conoce como maquia en la región mediterránea y como maleza en Australia.
El bosque de sabinas es
un tipo de bosque enano de clima seco en las zonas bajas de las
montañas del oeste de Norteamérica. Igual que estos bosques es el bosque
tropical espinoso en África.
Los bosques templados húmedos
como los que se hallan en la franja costera que va desde California a
Canadá se establecen cuando hay abundante humedad. No se presenta una
diversidad de especies tan grande como en los bosques tropicales, pero
los árboles son más grandes y el volumen total de madera puede ser
mayor. El bosque de secoyas es una variante del tipo templado húmedo.
El cambio de altitud produce un
gradiente de temperaturas semejante al norte-sur, mientras que la
topografía del valle y crestas proporciona un gradiente en las
condiciones de humedad del suelo a cualquier altitud dada. La variación
de la vegetación es más conspicua en mayo o comienzos de junio pero la
notable manera con que el bosque se adapta a las condiciones
topográficas y climáticas es evidente en cualquier época del año.
El robledal abierto y pinares sureños
se dan en las zonas más secas y pedientes cálidas de baja altitud, el
bosque de coníferas norteño se da en las cumbres frías y húmedas. El
bosque de pinos se extiende montaña arriba sobre las vertientes y el
bosque de abetos del Canadá lo hace en las cañadas protegidas donde las
condiciones de humedad y temperatura locales son semejantes a las que se
dan en altitudes superiores.
La producción de madera y la explotación forestal
suelen pasar por dos fases. La primera afecta a la recolección de una
producción neta que ha sido almacenada como madera durante un largo
período de años y la segunda se da cuando el crecimiento acumulado del
pasado se agota y es necesario ajustar la práctica forestal y no
recolectar más del crecimiento anual si se quiere seguir teniendo
producción maderera en el futuro.
Los biomas terrestres: agroecosistemas
Los agrosistemas son sistemas domesticados
en una posición intermedia entre los ecosistemas naturales como las
praderas y los bosques y los ecosistemas fabricados como las ciudades.
Se pueden considerar como otro bioma terrestre. Están accionados por energía solar pero también hay fuentes de energía auxiliar que son combustibles procesados y la biodiversidad está enormemente reducida cosa que los diferencia de los ecosistemas naturales.
Las plantas y animales están bajo
selección artificial y el control es externo y orientado hacia una meta
más que interno y por vía de retroalimentación.
Se parecen a los ecosistemas
urbano-industriales en su amplia dependencia e impacto sobre el
exterior. Son autótrofos. La densidad de energía de la agricultura
preindustrial es igual a la de un ecosistema natural mientras que la de
la agricultura industrial es unas diez veces superior y su impacto puede
igualarse al de las áreas urbano-industriales.
Debe de impulsarse el desarrollo
político, tecnológico y económico que reduzca los costes ambientales
porque sino comprometerán la capacidad de los sistemas naturales
sustentadores de vida para mantenerlos, ya que dependen de los grandes
ecosistemas.
La presión del mercado y otras fuerzas
económicas y políticas junto con la urbanización y la presión del
crecimieto demográfico, han transformado los agroecosistemas desde sistemas “domesticados” que estaban en una relativa armonía con el ambiente general a ecosistemas “fabricados”
que cada vez se parecen más a los sistemas urbano-industriales en sus
requerimientos energéticos y materiales y en su producción de resíduos.
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